miércoles, 9 de noviembre de 2011

Si lo ven

Si lo ven, díganle que lo extraño, que siempre lo he extrañado aunque yo no lo sabía antes de conocerlo, ni él antes de verme.
Si lo ven, díganle que olvidó sus besos en mi boca, pero que se los guardo con recelo.
Díganle también que lo quiero, aunque ya lo sabe, pero díganle.

Además, díganle que ya no recordaba que es querer hasta que apareció en mi vida. Díganle que me gustan sus manos, que me gusta su piel, que me gusta él.

Si lo ven, díganle que me gusta bailar con él en el parque, aunque ninguno de los dos sabe bailar. Díganle que me gustó comer en el suelo porque no había sillas suficientes para ocupar la mesa.

Si lo ven, díganle que prepara rico el café, que sabe apretar fuerte la mano mientras caminamos.
Si lo ven, díganle que el cielo se ve más oscuro en sus ojos.
Díganle que los días con él son eternos.
Si lo ven, díganle que sabe darle sentido a la existencia.

Si lo ven, díganle que sabe detener el tiempo con los labios.
Díganle que es mío aunque no lo ha notado.

Si lo ven, díganle que me gusta juntar mi nariz con la suya.
También díganle que no me olvide.

Eso díganle cuando lo conozca.



3 comentarios:

  1. Me ha hecho llorar. Claro que le diremos.

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  2. Hola Evarista Tragedia. ¿Sabes? Me tomó un buen rato decidirme a escribirte, y aún más a hacerlo de forma anónima.

    No importa cómo me llame, el hecho es que no nos conocemos, ni siquiera sé tu nombre.

    Te escribo sólo para decirte que amo todas y cada una de tus palabras. Y es que me recuerdas muchísimo a alguien que amé y se ha ido.

    Discúlpame por decírtelo. Espero que no me malentiendas, no es mi intención compararte, tú eres única y en mi opinión alguien de verdad admirable. Sólo que hay algo en ti, un algo inexplicable y encantador, que tú y ella compartirían y que es rarísimo en el mundo.

    No soy de las personas que se conecten muy seguido —antes sí, con decirte que hasta nos seguíamos en el tuirer, aunque seguro tu ya no, hace mucho que no lo uso—, pero cuando lo hago y no tengo una razón académica para ello, tú —tus hermosas palabras— eres siempre mi principal razón, así ha sido por años.

    Verás, suelo tener la costumbre de nombrar a mis guitarras como alguien que amo o que admiro. Bueno, pues te presumo que hace poco me compré una electroacústica que me pareció muy bonita, pero no sabía cómo nombrarla, luego leí este post. Ya adivinarás, como no sé tu nombre real, opté por llamarla Lucy (por @LucyMcCartney).

    Eso es lo que quería decirte Evarista Tragedia, perdona tanta letra intrusa en tu bonito post. Espero no creas que soy uno de esos locos del internet, porque creo que así sueno. En fin. Nunca cambies por favor, y cuando te mires en un espejo, te pido que te regales la sonrisa que la distancia y el anonimato no me permiten ofrecerte y recuerdes que ahí afuera hay alguien que se muere por darte un abrazo aunque no te conozca. Cuídate.

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