lunes, 7 de febrero de 2011

La soñadora



Querido Mentiroso:

Todas las noches me gusta cerrar los ojos y pensar en él. Dibujar su sonrisa en mi mente y tocar mis labios al mismo tiempo, como si estuvieran rozando con los suyos. Me estremezco cuando leo sus palabras, cuando escucho su voz tiemblan mis manos, el mundo se congela cuando lo beso.

Cuando me habla, es maravilloso. Casi todo el tiempo estoy callada para sentir sus palabras dentro de mí y llenarme de él. Me gusta que me mire sin decir nada. A veces le pregunto en qué piensa y él finge no saber, cuando en realidad sé que lo hace en mí, en nosotros.

Cuando él no esta, me quedo fija en un lugar, espero a que el mundo gire y dé la vuelta completa para traerme de regreso a él.

Quiero despertar de todos mis sueños a su lado, abrazándolo y comenzar a vivir la historia que nos espera. Por eso nunca sueño despierta, porque si lo hago veo lo maravilloso que es, pero cuando cierro los ojos, veo lo maravillosos que somos.

Siempre quise a un hombre como él, parece perfecto, como si fuera solo mío... Pero en realidad, no lo es. Al abrir los ojos, me doy cuenta de la realidad, se disipa la fantasía y caigo en el frío abrigo de la verdad. Sé que no me ama como yo a él, que él no comprende al amor, que es solitario y obstinado, casi como una obra de arte compleja; que finge ser alguien más para verme sonreir. Y eso, sin emabrgo, me gusta. Después de todo el amor es eso, sacrificar y fingir. Yo sí que sé de eso. Él creé que no lo noto, sin embargo lo sé.

Sé que no me piensa, que respira hondo cuando no me ve, que talla sus ojos una y otra vez, en su cama, solo, esperando que todo sea un sueño, sin embargo yo estoy ahí, siempre. Y ¿soy felíz? Lo soy, aunque todo sea premeditado, lo soy, lo somos, al final somos personas, necesitamos la mutua compañía, aunque en el fondo queramos huir, siempre permanecemos juntos.

No sé por qué está conmigo. Quizá quiere aprender algo, quizá quiere aprender a amar. Sé que un día comprenderá lo que es el amor, tanto como yo lo hago y estaré ahí, para recibirlo y estrecharlo en mis brazos. Espero el día en que entienda ese amor por mí y lo perdonaré. No me resigno, resignarse es conformarse, yo sin embargo, espero encontrar mi confort en él y en estas letras que danzan suave en las llemas de mis dedos, con la certeza de que él nunca las leerá.

Creerán que soy soñadora, pero es lo único que me queda. Soñar y algún día, despertar. A su lado.


**Esta entrada forma parte de otro relato, llamado "El Mentiroso", idea original y en colaboración con @PerroRomántico.

4 comentarios:

  1. Es en sueños que se encuentran las cosas.
    Tal vez, como dijo Calderón de la Barca, la vida es sueño.

    No hay que despertar de éste. ♥

    ResponderEliminar
  2. Eres hermosa por dentro y también por fuera :) te admiro, un saludo y abrazo enorme.
    :)
    atte: anais ferrer

    http://twitter.com/#!/AnaisFerrer

    ResponderEliminar
  3. Pasión soñadora desbordada. Llegaste a abrazarme al leerte.

    Te sigo aquí y en twitter.

    Si quieres leerme en twitter soy @eduardomagomi

    Cordial saludo.

    ResponderEliminar