viernes, 6 de agosto de 2010

¡Mi reino por un cigarro!

Desde cuando tengo unas ganas, tremendas ganas de fumar... Y es que en casa esta prohibido todo ese rollo de la mala vida, del alcohol, las drogas (refiriendome al tabaco) y el Rock & Roll.

A veces me siento así como en una familia inglesa a la antigua, donde nadie puede decir libremente lo que quiere sin desatar una discusión, donde se finge que todo esta bien aunque a veces nos este llevando el carajo y donde lo único que compartimos es la hora del té (que es más bien hora de café).

A veces me dan ganas de fumar, luego recuerdo que no me gusta fumar sola. Soy de esas que les gusta echar chisme mientras tabaquean o que tienen copa en mano y un cigarro en la otra en una reunión. Las únicas veces que me dispongo a hacerlo sola es cuando es tiempo de reflexiones y una se pone nostalgica... O bajo la lluvia torrencial, aunque haya límite de tiempo para inhalar el amado cigarro antes de que se haga un palito húmedo de nicotina.

Mi hermana a veces me acompaña en nuestro vicio secreto. Es como si nos estuvieramos escondiendo de la Gestapo. Ahora que esta a punto de iniciar un nuevo ciclo escolar, con nuevos compañeros espero encontrar a mi alma gemela, mi alma viciosa que tenga el gusto de decirme "¡Goey! saca los cigarros" y no que me mire feo diciendome "¿Fumas?".

No me considero viciosa, solo me considero fan del cigarro. Pueden quitarme todo, menos un cigarro de la mano. Y es que es tan bonito ahogar tus penas en cortinas de humo, sacar el estrés con cada bocanada, olvidarte por un momento de tu alrededor para contemplar como se ilumina la futura ceniza antes de botarla al suelo con un golpeteo de dedos, como luchas por no llegar a ese saborcito feo del filtro para no arruinar el mal sabor de la fumada...

Yo no sé, pero no moriré sin antes aprender a hacer circulitos con el humo. Y así como se titula esta entrada, daría mi reino por un cigarro. Lamentablemente no tengo reino ni cigarro ni nada, solo las ganas y ansias de salir al mundo real para continuar siendo un puntito negro entre tantos fumadores pasivos...

¡Carajo! ¿Por qué son tan sanos?


P.D: Otro de mis propósitos es tomarme una foto así:


Sépanlo.





3 comentarios:

  1. Me gustó en particular "cómo se ilumina la futura ceniza". Dependemos del cigarro más psicológicamente que de forma física. Hay momentos en que la única forma de mantenernos en pie es sujetándonos de manera precaria con el índice y el medio, de un tubito de papel lleno de tabaco.

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  2. ¡We! También me sentí identificado. Es una sensación que he querido describir, pero las palabras correctas para hacerlo tal vez están en otro planeta. Saludos.
    Te leo.

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  3. sonn tarados o que porque fuman raccionen

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