martes, 25 de octubre de 2011

I Want To Hold Your Hand

Me gusta sentarme junto a la ventana en el camión, así puedo ver el ambiente que la calle me ofrece. En la noche, se ven luces y prostitutas. Peleas y choques, a veces hasta ni se ve nada. Y estaba muy feliz yo viendo el ambiente callejero, cuando apareció un tipo. Y dentro de mí pensé "Mira tú, se le ve bonito el traje". Y ya.

Y puse a los Pixies en el iPod. "Here Comes Your Man", tu ru rú. Padre y así. Y se desocupa el lugar junto a mí y se sienta el del traje bonito. Y olía padre, además. Y tenía bonitas manos, sobretodo. Y yo pensaba en los Pixies y en las prostitutas de la calle, y en sus manos. ¿Por qué pensaba en sus manos?

Coloqué mis manos de frente a mí, como comparándolas con las suyas. A mí no me gustan mis manos, pero las de él estaban bonitas. Como de pianista, como me gustan. Y empecé a pensar en las manos de todos y en que me gustan mucho las manos de pianista y que ojalá esas manos agarraran las mías... ¿¡QUÉ!?

Jo. Me empezó a acercar su mano, y yo empecé a acercar la mía. Y yo veía a la ventana y él veía al pasillo. No nos miramos, pero nuestras manos ya estaban cerquita. Ay, sentí un dedo sobre el mío, rozando. Y él debió de haber sentido el mío, rozando el suyo. Y un tope, y nos acercábamos más.

Empecé a sentir el calor de su brazo calentito por el saco, y su mano apretando mis dedos. Y yo viendo a la ventana porque me daba pena, y él viendo al pasillo porque le daba noséqué. Y otro tope hizo que me apretara por completo y bajara la mano sobre su rodilla, tomando la mía.

Y yo pensaba que eso no podía estar pasando. O sí, o quién sabe. Y volteé y le dije  "Esto no está pasando, ¿verdad?" Y me dijo que sí, y luego que no sabía, que como yo quisiera. Y me sonrió bonito, tenía todos sus dientes y hasta parejitos.

Y sonaba banda en el camión y los adolescentes cantaban y se reían. Ya no nos miramos, pero nuestras manos seguían juntas. Quiso saber a dónde iba, y yo también. Qué hacía, y yo también. Mi nombre, yo él suyo. Y ya.

Me dijo "Te acompaño a tu parada, porque la mía ya se paso" y sentí bonito, y feo también, pero más bonito. Y llegamos a mi parada, y le dije cómo se tenía que regresar. Y me preguntó por qué le tomé la mano, y le pregunté por qué tomó la mía. Y nadie supo por qué, pero seguíamos tomados de la mano aún.

Y cruzamos la calle y lo dejé en la parada para que volviera. Dijo que no importaba, se podía quedar ahí parado toda la noche. Me reí, le dije que por todo, que él me daba risa, que me daba risa tener su mano aún entrelazada con la mía. Dijo "Nos vemos luego, ya vete que se hace tarde". Le dije "Vete tú" y dijo "Óhquela" o algo así. 


Me preguntó si me acordaría de él. Le dije que tal vez sí, que tal vez no. Me dijo que pensara en él. Y nos soltamos, nos sonreímos y nos despedimos de lejos.

Todavía huelo su perfume entre mis dedos.


sábado, 22 de octubre de 2011

Él

Se empezó a formar una sombra, primero pequeñita, luego menos, y luego eras tú, sonriendo y viniendo a mí. Entonces en mis ojos ya no entró más que tu cuerpo andando a mi cercanía.

Acostumbrábamos buscarnos solo en la cumbre de nuestra ausencia, y más que para hacernos compañía era para compartir nuestra soledad.

Él me atrapa.
Él me envuelve.
Él, el que me merece.
Con él donde quiera.

Mas sin dudas una vida entera, y si él lo desea, con ardua marcha quebraré distancia. Construiré  más puentes que nos impidan separarnos y jamás cerraré los ojos a complacencia de ambos.

Él me ama y yo a él.
Pero ya se fue.
Y duele.

Quisiera haberme despedido, haber podido darle un beso. Quisiera que todo fuera irreal y que fuera posible su regreso. Quisiera ser una niña, una anciana, volver a la vida desde sus extremos, más no conocer la derrota ni tener que cargar con su peso.

Quisiera poder verle y hablarle de frente, saber que de nuevo sería yo la cuna de su aliento. No quiero renacer, no quiero olvidarle, quisiera sentir el aire sin extrañarle. Me he agotado.

Pero me queda muy clara una cosa: Su inmortalidad me habita.

Él hacia el cielo, yo detrás.
Él al revés, yo también.
Él no está, pero yo sí,

Fuimos y somos uno.